Cayeron Valientes Pero Caminaban con los Asesinos de ETA

Aquellos colombianos se dibujan de idealista ejercito del pueblo pero colaboran con repugnantes terroristas españoles. Despues se quejan de los medios por no darles mas el cariño que solìan recibir, y acaban olvidados. Tambien vale por el gobierno venezolano quièn anda por el mismo camino.

En un episodio mas de aquella tradicional guerra civil Colombiana que empezò en la era de la conquista, donde muchos que se enfrentan todavìa son de cepa española, se anuncia la caìda de Romaña y Mono Jojoy, dos guerrilleros destacados del Frente 48 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en una operaciòn militar en la Macarena, departamento de Meta, 200km sur de Bogotà.
Los medios , en una campaña donde EE.UU.A alza voces, les tildan despiadosamente de terroristas atribuyendoles habitualmente ademas de operaciones propias, los crimenes perpetrados por bandas paramilitares.
Muchos de los peones rebeldes quienes llenan las filas de las Farc se alistaron por causa politica, por los menos los mayores de edad, con motivo de aliviar las enfermedades muy reales que padece su paìs. Otros tuvieron que alzarse siendo imposible toda vida civil en su entorno campesino al encontrarse en medio de una contienda politica que fue peor todavìa cuando se añadio un cuarto bando, el del narcotrafico. Si se entiende las razones de los primeros beligerantes quienes tuvieron que salvarse la vida, ahora no se admite los jefes compartiendo camino con los asesinos etarras.
Lo que arranco como otra rebeliòn màs, se volcò en una guerra civil contìnua que echò a cuatro millones de campesinos hacià Venezuela desalojados por el ejercito o los paramilitares.
En cuanto a las Farc, es un ejercito rebelde, como lo demuestra el aspecto nitido del guerrillero fariano con su uniforme impecable, conforme ademas a la alta tradicion militar plurimilenaria hispana a la cual hubieran pertenecido, eso si no se habìan aliado con uno de los peores azotes de su abuela patrìa.

Romaña y Mono Jojoy cayeron en soldados las armas en la mano, la manera mas honrada para un hombre de abandonar este mundo, pero no habrà muchos españoles que les echaràn de menos, por el confuso sendero que tomaron.