Los intelectuales que más ayudaron a traer la república denostaron la experiencia y al Frente Popular. Marañón llama a sus líderes “cretinos criminales”, “Todo es en ellos latrocinio, locura y estupidez”, “Horroriza pensar que esta cuadrilla hubiera podido hacerse dueña de España (…). Y aun es mayor mi dolor por haber sido amigo de tales escarabajos y por haber creído en ellos”. Pérez de Ayala los considera "desalmados mentecatos", cuyo "crimen, cobardía y bajeza nunca hubiera podido imaginar". Ortega fustigó a los intelectuales extranjeros, que, ignorándolo todo de España, defendían a las izquierdas. Unamuno fulminó contra Azaña, y aunque tuvo su célebre choque con los falangistas, mantuvo su condena a su gobierno. Besteiro admitió que los nacionales habían librado a España de una pesadilla….
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